Sol Azteca, sin rumbo en Puebla
Fernando Sandoval. Analista Político y electoral.
A diferencia de otros entidades federativas
como el Estado de México, el Partido de la Revolución Democrática, es una
tercera fuerza necesaria para todo el país, lo que posiciona al grupo de los
Bautista, hoy representada por Juan Zepeda quien proveniente de corrientes
izquierdistas ha sabido sumar a otros
grupos afines, con el propósito de tener más fuerza política, lo que
representará un balance contra el PRI y el propio Movimiento de Regeneración
Nacional.
Sin embargo, en el caso de Puebla, el PRD no
tiene la misma soltura, la falta de preparación de cuadros, solo han generado,
negociaciones para cúpulas, sin dejar opciones a liderazgos sociales y a profesionalismos políticos que
requiere el instituto político como el PRD.
Hay recordar, que la falta de preparación de
candidatos, hechos al vapor, la falta de recursos para campañas y la venta de
candidaturas desde el interior del PRD,
solo han generado derrotas desde hace más
de dos elecciones a diputados y a gobernador.
Existe una falta de liderazgo en el interior
del PRD en el Estado de Puebla, no solo por la salida del senador, Luis Miguel Barbosa, quien paso a
las filas de MORENA, pidiendo que se desbande el PRD.
Tan solo recordar, el candidato a gobernador
como Roxana Luna Porquillo, quien en lo mejor de los ánimos se mostró “temblorosa”,
sin capacidad de discurso y defensa en debates entre los candidatos a
gobernador, sin propuesta y mal coordinada en campaña, demostraron la falta de
tecnicismo y sensibilidad social por falta de estudios y de cuadros políticos
meramente perredistas, confiándose, por influencias de cascada a nivel
Nacional. EL inicio de barrer con escobas demuestra una insensibilidad a todos
los sectores.
"En el 2010, los poblanos apostaron a una
alternancia; le dieron la espalda al priismo, que representó corrupción y un
escándalo, y eso fue importante porque demostró que los poblanos podían cambiar
y generar una alternancia. Creo que hoy el PRD trae una agenda política y puede
generar una gran expectativa mediante la transparencia y la honestidad.”
Sostuvo pero, la realidad fue otra.
Al Igual que Morena, en el Estado de Puebla,
los candidatos de izquierda se han mostrado débiles, sin preparación y sin
fuerza para debatir, para proponer y sobre todo con una visión de proyecto
político estatal y de partidos como el propio Abraham Quiroz Palacios o de
candidatos independientes como Ana Teresa Aranda, emanada del PAN.
Si realmente el PRD, quiere mejorar los números electorales, aumentar la
participación ciudadana como instituto político colegiado y de altura, primero
debe hacer una autocrítica, dejar pasar a nuevas corrientes y nuevos cuadros,
re estructurarlos y quienes sigan pretendiendo ser, deben mirar conscientemente,
que no responden a los principios de PRD, a sus orígenes, sino como un espacio
de trabajo y bienestar personal.
Por eso se han perdido; no solo espacios
electorales, sino algo más importante, la confianza de su militancia, de la
gente y nuevas generaciones que buscan la transformación de un Estado como
Puebla y de un País como México, que quiere justicia, paz social, una
democracia y una vida digna.
De no ser así, solo servirá para dar espacios
a quienes se encuentran en mesas, foros y en otras negociaciones de puerta
cerrada.
El Partido de la Revolución Democrática, tiene
sus orígenes desde el 5 de mayo de 1989, encabezado por corrientes, emanadas
del Partido Revolucionario Institucional, y eso hay que decirlo, no es un
pecado, nació de las corrientes más críticas
del sistema de ésa época, por eso se formó vigoroso. Como Democracia 2000, o
alas democráticas, encabezadas por
Cuauhtemoc Cárdenas, Rodolfo González Guevara, Heberto Castillo y hasta
Porfirio Muñoz Ledo.
Se han olvidado de sus orígenes, como
coalición de partidos de izquierda como: el Partido Mexicano Socialista (PMS),
quienes cedieron su registro legal. El Partido Mexicano de los Trabajadores
(PMT), El Partido Socialista Unificado de México (PSUM), Partido Popular
Revolucionario (PPR), El Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), Unión de
la Izquierda Comunista (UIC); la fusión de una parte de la militancia del
Partido Socialista de los Trabajadores (PST); así como la llamada “familia
revolucionaria” representada por la izquierda dentro del PRI y organizaciones
civiles que se opusieron al partido gobernante y pugnaron por elecciones
democráticas.
Si realmente el PRD, a nivel nacional como en
el Estado de Puebla, quiere un cambio, deberá
ser desde adentro y desde afuera. Vigorizar, ceder espacios a nuevas
expresiones de cambio, de transformación y de diálogo, dejando de lado las
pasiones, las ambiciones personales y las entregas de espacios políticos trans-generacionales,
con trabajo en nuevas búsquedas de participación ciudadana en todos las
comunidades, en los municipios y colonias que quieren una transformación en su
forma de vida, promoviendo, el voto
razonado, pensante y creyendo en las instituciones democráticas y políticas.
Reconocer que es una fuerza política de
oposición, con soluciones y no con muestras de fracasos sino de aprendizajes y
cambios.
MORENA en Puebla
no representa trabajo, seriedad, solo fanatismo social porque la gente que
carece de recursos y de conocimientos, ven un falso profeta que endulza los oídos
con la lengua, que critica pero que no acepta ser criticado y que Morena
aglutina a personajes que solo buscan un espacio político, una ambición
personal, y que no resolverán la
pobreza, ignorancia e inseguridad de todo el País, así como de sumar a
responsables de fracasos de la democracia nacional, eso es lo que se debe
pensar y eso es lo que se debe de decir.
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